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Nuestra sede usurpada

Han pasado 6 meses exactos de la arremetida arbitraria y cobarde por parte del régimen contra nuestra sede ubicada en la Zona Colonial de Carora. Allanada sin que mediara una orden judicial, actualmente alberga una cantidad ilimitada de esbirros que se están aprovechando de lo ajeno.
¿La razón? De acuerdo con los invasores, la ocupación se produce por una presunta orden emanada desde la presidencia, sin que llegaran a mostrar un documento y orden que lo certificara. Vino acompañada esa agresión a nuestras instalaciones con abusivos amedrentamientos contra el personal de mantenimiento del edificio, y bloqueo del paso de la calle San Juan, entre Bolívar y Torres, que alteró la paz de los vecinos.
El ensañamiento y la presión para obtener información sobre el paradero del director Mario Sosa y del editor-presidente, y a su vez alcalde Javier Oropeza, desató una ola de comentarios que despertaron mucha incertidumbre.

Rápidamente la información sobre el allanamiento circuló por todo el país. La toma arbitraria de una institución dedicada a informar desde hace 24 años no pasó inadvertida, motivando preocupaciones y condenas. Se confirmó con ello lo que a voces el mundo conoce: que Venezuela vive una dictadura, está vez sin careta.
La acción de estos lacayos resentidos de una revolución moribunda, estuvo dirigida por Julio Chávez y Elvis Méndez. Sobran testimonios de las veladas intenciones de Julio Chávez de querer desmoronar el patrimonio familiar de Javier Oropeza.
No conformes con atacar el diario de los torrenses, también arremetieron en simultáneo contra nuestra sede hermana en Barquisimeto, «El Diario de Lara», otro de los bienes pertenecientes a Oropeza.
El hostigamiento contra Mario Sosa como director por la cobertura de los actos convocados por la oposición venezolana luego del 28 de julio, lo llevó a abandonar el país. Además, lograron desarticular al equipo humano que laboraba a diario con Sosa; a la par, incautaron bienes del medio de comunicación de manera desmedida, causando pérdidas incalculables y dejando sin empleo a los trabajadores.
Hoy, a pesar de las acciones radicales y cobardes de la dictadura, EL CAROREÑO continúa siendo la voz de los torrenses con las limitaciones que las circunstancias han impuesto. Seguimos manteniendo el canal informativo a través de las redes sociales, pese a las adversidades.
Los torrenses hoy, quedaron a merced de cuestionados comunicadores rendidos por unas lochas. Le pusieron precio a la dignidad y los convirtieron en cómplices del régimen. Ahora, lo que reina en Carora, es un libertinaje en las distintas plataformas digitales.
A seis meses de ser despojados de su sede, EL CAROREÑO sigue siendo una institución. No se trata de Mario Sosa o Javier Oropeza los vulnerados, es todo un municipio al que le han confiscados su derecho a estar informado.
Como buenos hijos de esta tierra repleta de historia periodística, seguiremos luchando por el derecho inalienable de seguir informando con la verdad por delante y sin ocultar nada.
Seguro estamos que este paréntesis ajeno a nuestra voluntad será breve, y prontamente regresaremos a la casa de siempre.
Agradecemos a los medios que se han solidarizado con nuestra situación, y que acompañamos en la causa de quienes enarbolamos la libertad de expresión y el derecho constitucional a estar informados.
Mario Sosa, desde el exilio.
Deportes
Gudaf Tsegay brilla en Torun con la segunda mejor marca de la historia en 1.500 metros

La atleta etíope Gudaf Tsegay se redimió de su reciente tropiezo en Lievin (Francia) con una actuación estelar en Torun (Polonia). Este domingo, firmó la segunda mejor marca de todos los tiempos en los 1.500 metros bajo techo, registrando un impresionante tiempo de 3:53.92 minutos.
Este crono la dejó a solo 83 centésimas de su propio récord mundial (3:53.09), establecido en febrero de 2021. Hasta la fecha, ninguna otra atleta ha logrado romper la barrera de los 3:54 minutos, lo que confirma su absoluta superioridad en la disciplina.
Dominio absoluto de Tsegay en Torun
La campeona mundial de los 10.000 metros demostró su dominio al dejar atrás a su compatriota Birke Haylom, quien llegó en segunda posición con un tiempo de 3:59.82 minutos. Aún más rezagada quedó la tercera clasificada, la etíope Worknesh Mesele, que completó el podio con un registro de 4:02.19 minutos.
Este logro refuerza la posición de Gudaf Tsegay como una de las corredoras más destacadas de la actualidad y una firme candidata a seguir batiendo récords en el atletismo mundial.
Mattia Furlani sorprende en el salto de longitud
El protagonismo en Torun no fue exclusivo de Tsegay. En el salto de longitud, el joven italiano Mattia Furlani brilló con luz propia al establecer la mejor marca mundial del año con un registro de 8,37 metros.
A sus 20 años, Furlani superó en 14 centímetros el mejor salto del año, que hasta ahora ostentaba el sueco Thobias Montler (8,23 metros). Este resultado también significó su primera victoria sobre el griego Miltiadis Tentoglou, actual campeón olímpico, mundial y europeo, quien finalizó segundo con un salto de 8,03 metros.
Este hito refuerza la candidatura de Furlani al oro en los próximos Europeos en pista cubierta, que se celebrarán en marzo en Apeldoorn, Países Bajos.
Henriette Jaeger domina los 400 metros
Otra actuación destacada en Torun fue la de la noruega Henriette Jaeger, quien se impuso en los 400 metros con un tiempo de 50.44 segundos. Con este registro, la atleta de 21 años batió la mejor marca mundial del año, superando los 50.76 segundos que había logrado la neerlandesa Lieke Klaver el pasado 13 de febrero en Lievin.
Jaeger, finalista en los Juegos Olímpicos de París, se consolida como una de las velocistas más prometedoras del circuito internacional.