Opinión
Reseña del Libro Alirio

Recién terminé de leer el libro Alirio, por Cécil Álvarez, y adelanto que es una excelente reseña de la vida del gran guitarrista, de prestigio mundial, nuestro paisano, Alirio Díaz nacido en la Candelaria, caserío cerca de Carora.
El libro no es una simple reseña de un escritor cualquiera. Se trata de una historia escrita por alguien que, como Cécil Álvarez, tiene un conocimiento amplio y profundo de la música popular y clásica.
Leamos el párrafo introductorio:
“Venía cansado, muy cansado, pero con el corazón alegre, pues ya estaba arribando a su ciudad de luz. El paisaje por esa época de primavera, cuando caían las primeras lluvias de marzo, era algo que lo sobrecogía al punto de haberlo considerado siempre como de su exclusiva propiedad. Las señas del inclemente verano, herencia de los meses de diciembre, enero y febrero, eran fuertes para la vegetación xerófila, pero las primeras lluvias, como de costumbre, llegaban el 21 de marzo, los árboles florecían preparándose para la reproducción como defensa ante la muerte y el estado latente al cual habían sido sometidos, La Candelaria; ese día saltó la talanquera y como un hombre fugitivo llegó a Carora en busca de su maestro don Chío Zubillaga. No es que desdeñaba su origen. No es que se avergonzaba de ser campesino. Al contrario, hasta esa edad, había disfrutado enormemente de ser oriundo de ese caserío de apenas seis o siete casas, dispuestas en un desierto lleno de arena y de polvo. Disfrutaba desde niño el corral mañanero de chivos de su padre cuando salían todos los hermanos con su tarro de café a ordeñar una cabra para obtener leche”.
El encuentro con su Mentor: Chío Zubillaga
Si algún personaje tuvo influencia en la formación y en las decisiones que tomó Alirio -al igual que su amigo y colega el Chueco Riera- fue Chío (Cecilio) Zubillaga. La influencia positiva de Chío generó que un número importante de músicos e intelectuales decidieran aceptar los retos de estudiar para llegar a ser figuras destacadas del historial venezolano en diversas áreas entre las que se destacan la música, la política y la escritura. Por supuesto que Alirio fue uno de esos alumnos que escuchó los consejos y sugerencias del maestro de muchos caroreños que se destacaron en diversas áreas del arte, la cultura y la política.
Como escribe Cécil Álvarez, en su hermoso libro, “Cambió la fonda u honda por la guitarra y le tocaría matar gigantes con ella durante toda su vida”, citando el hecho de que Alirio y sus hermanos a veces tenían que usar hondas para cazar iguanas y poder comer.
“Toda su infancia la pasó entre ese desierto, bajo un sol inclemente que curtió su espíritu para trascender ese campo y esa manera de vivir. No podía considerar su existencia en ese medio como traumático, sino, al contrario, en todos los momentos de su vida por el mundo pudo ejercer con autenticidad su profesión de músico y guitarrista, porque un pedazo de ese paisaje, seco y resquebrajado, lleno de cardones, tunas, yaguas, cujíes y zábilas, lo llevaba consigo como un soporte para continuar batallando en la vida.”
Como su padre tenía una bodega al lado de su casa, cuyos artículos reponía diariamente desde Carora, también traía el periódico el Diario de Carora, con el cual Alirio aprendió a leer, periódico que le enviaba con otras publicaciones Luis Beltrán Guerrero, el destacado escritor caroreño que llegó a ocupar un cargo importante en la Universidad Central de Venezuela. Pero no sólo Alirio sino también sus hermanos aprendieron a leer leyendo esa prensa.
Cécil nos narra en su libro las visitas de Alirio a pueblos cercanos como San Francisco, donde había personas que tenían instrumentos musicales como la guitarra, la que le prestaban a Alirio para que practicara de oído piezas musicales.
Los mismos que vivió en su infancia el gran Alirio en la Candelaria.
Opinión
Opinión | Don Pedro Rafael Contreras Galvis

Verdaderamente me encantaría en este momento ser filólogo, dramaturgo y escritor, para poder escribir estas líneas de despedida a un ser humano de la categoría de este venezolano ilustre, andino de nacimiento, de un pueblo muy querido del Estado Tachira de mi País, Seboruco, al lado de la Grita , ciudad donde estudié mi bachillerato, pero lo que escribo sale de un corazón agradecido.
Usted mi Coronel fue un hombre bendecido por Dios. Es que Dios bendice a los justos, a quienes cumplen su palabra y unge a los de buen corazón, sus padres, Victoriano y Gregoriana, trajeron a este mundo dieciséis hijos y usted por vocación escogió la carrera de las armas, donde pudo conocer a su amado y querido suegro, su jefe, su superior, hasta llegar a ser su mejor amigo y el abuelo de sus diez hijos.
Que Bendición tan grande el haber formado una Familia tan bella y numerosa al lado de su amada esposa Doña Ana Josefina Monsalve Planchart, ustedes juntos serán siempre un ejemplo y un referente a seguir, unidos en matrimonio sesenta y ocho años. Que ejemplo de amor, de familia de formación de hogar, de valores de principios que evidentemente dieron sus frutos. Es un honor poder escribir de usted y quien quiera saber más entonces que vea sus obras “Por sus obras lo conocereis” dice la palabra. Que tristeza tan grande su partida, que dolor tan profundo. Se me hacen incontenibles las lágrimas, pero nos deja una esperanza, no sólo la de volvernos a encontrar en la resurrección de los muertos, sino ese grato sabor que se siente al recordar a un hombre de su taye. Usted llenó de amor y bendiciones a muchísima gente, comenzando por su esposa, sus hijo, nietos y bisnietos. Todos podemos expresar lo honrados y felices que nos sentimos el haber tenido entre nosotros a un hombre como usted ¡Que Bendición tan Grande! Y en mi caso y, el de cada uno de sus yernos, nos sentimos muy orgullosos del suegro que tuvimos de haber sido parte de su vida, de ese trato afectuoso, cariñoso, respetuoso con ese amor de padre bueno con el que nos trató. ¡Que privilegio tan grande!
Usted tuvo un hogar alegre, tan alegre que dudo pueda ser olvidado por muchas generaciones, una casa de puertas abiertas, tantos momentos , tantas celebraciones. Muy pronto en la feria de San Sebastián en la Plaza de toros se sentirá su ausencia y se recordarán esos encuentros con gente venida de todo el país. Tantas anécdotas para recordar, claro, casi un siglo de existencia, con una conducta ejemplar, nos deja un gran reto a las generaciones futuras, es evidente que a cada quien les dejó las herramientas, con esa dedicación de Padre. Sus palabras formadoras, su ejemplo, ese gran ejemplo que está a la vista en todos sus hijos e hijas, profesionales y con una formación moral de incalculable valor. Dicen que el alumno supera al profesor, en este caso nos lo dejó cuesta arriba…
Don Pedro sabemos sin duda que usted ya está en la Gloria de Dios, pero todos unidos estaremos en oración para desear su descanso eterno y le reitero la esperanza de volvernos a encontrar en la vida del mundo futuro. Agradezco a Dios por haberme cruzado en mi vida con un hombre como usted y llegar a ser su yerno, ese reflejo suyo lo siento en mi hogar. Puedo decir con orgullo que gozo de un hogar lleno de amor, de valores, de virtudes y principios, producto de la enseñanza de los suegros que me regaló la vida, siéntase muy orgulloso allá donde esté de lo que dejó, Dios sabe que es así!Lamento muchísimo su muerte física y su partida, lo acepto como ciclo de vida, también lamento que escritores como Romulo Gallegos y el Gabo ya no estén entre nosotro , pero les dejo a las nuevas generaciones de escritores este título para un nuevo libro , quizá el título les parecerá controvertido hasta que se adentren al corazón y esencia de la lectura y descubran el mensaje principal , este acrónico elegido por usted para darle nombre a lo que fué su vida, que sigla tan grande:
“EL PECON”
El honor, la grandeza, el privilegio, la bendición de haber tenido entre nosotros a un grande y maravilloso ser humano, inolvidable y amado, lleno de virtudes humanas , representación del hombre trabajador , visionario , prudente, decente , ético, honesto, firme en sus decisiones, hombre de palabra , de obras y acción. Que en Paz descanse mi viejo, sí, como dijo el poeta Piero: Viejo mi querido Viejo!
Pedro Contreras
Tu hija: Ibelice Del Rosario Contreras Monsalve
Tu nieto: Eddie Alberto Ramírez Contreras
Tu yerno: Este humilde soldado que siempre estará orgulloso de usted mi Coronel.
– Gral. Eddie José Ramírez Moyeda.
Madrid 16 de noviembre del 2023