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Venezuela ocupa el quinto lugar de los países más contaminantes del mundo por quema de gas

Venezuela se ubicó como el quinto país del mundo en contaminar el medioambiente por quema de gas, de acuerdo con el informe Global Gas Flaring Tracker publicado por el Banco Mundial.
El país solo fue superado por Rusia, Irán, Irak y Estados Unidos. Después de Venezuela se ubicó Argelia, Libia, Nigeria y México, del sexto al noveno lugar, respectivamente.
Según el informe, países como Venezuela y Argelia habían reducido la quema de gas, sin embargo, los esfuerzos globales fueron “erosionados” por países como Irán, Rusia y Estados Unidos.
En 2023, las compañías petroleras de todo el mundo quemaron más gas natural que en cualquier otro año en los últimos cinco años: 148.000 millones de metros cúbicos de gas en 2023. Esto representa un incremento de 7% en comparación con 2022, reseñó la agencia Reuters.
El Banco Mundial tiene el objetivo de detener la quema de gas y solo tiene seis años para cumplirlo.
“Los esfuerzos globales para reducir la quema de gas no han sido sostenibles y se necesitan medidas urgentes (…) Se pueden lograr reducciones sustanciales en la quema de gas y en su intensidad a través de asociaciones efectivas y la creación de soluciones para monetizar el gas asociado”, indicó el informe.
Nueve de los mayores países productores de petróleo son responsables del 75% de la quema de gas y del 46% de la producción mundial de crudo.
El Nacional
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Nuestra sede usurpada

Han pasado 6 meses exactos de la arremetida arbitraria y cobarde por parte del régimen contra nuestra sede ubicada en la Zona Colonial de Carora. Allanada sin que mediara una orden judicial, actualmente alberga una cantidad ilimitada de esbirros que se están aprovechando de lo ajeno.
¿La razón? De acuerdo con los invasores, la ocupación se produce por una presunta orden emanada desde la presidencia, sin que llegaran a mostrar un documento y orden que lo certificara. Vino acompañada esa agresión a nuestras instalaciones con abusivos amedrentamientos contra el personal de mantenimiento del edificio, y bloqueo del paso de la calle San Juan, entre Bolívar y Torres, que alteró la paz de los vecinos.
El ensañamiento y la presión para obtener información sobre el paradero del director Mario Sosa y del editor-presidente, y a su vez alcalde Javier Oropeza, desató una ola de comentarios que despertaron mucha incertidumbre.

Rápidamente la información sobre el allanamiento circuló por todo el país. La toma arbitraria de una institución dedicada a informar desde hace 24 años no pasó inadvertida, motivando preocupaciones y condenas. Se confirmó con ello lo que a voces el mundo conoce: que Venezuela vive una dictadura, está vez sin careta.
La acción de estos lacayos resentidos de una revolución moribunda, estuvo dirigida por Julio Chávez y Elvis Méndez. Sobran testimonios de las veladas intenciones de Julio Chávez de querer desmoronar el patrimonio familiar de Javier Oropeza.
No conformes con atacar el diario de los torrenses, también arremetieron en simultáneo contra nuestra sede hermana en Barquisimeto, «El Diario de Lara», otro de los bienes pertenecientes a Oropeza.
El hostigamiento contra Mario Sosa como director por la cobertura de los actos convocados por la oposición venezolana luego del 28 de julio, lo llevó a abandonar el país. Además, lograron desarticular al equipo humano que laboraba a diario con Sosa; a la par, incautaron bienes del medio de comunicación de manera desmedida, causando pérdidas incalculables y dejando sin empleo a los trabajadores.
Hoy, a pesar de las acciones radicales y cobardes de la dictadura, EL CAROREÑO continúa siendo la voz de los torrenses con las limitaciones que las circunstancias han impuesto. Seguimos manteniendo el canal informativo a través de las redes sociales, pese a las adversidades.
Los torrenses hoy, quedaron a merced de cuestionados comunicadores rendidos por unas lochas. Le pusieron precio a la dignidad y los convirtieron en cómplices del régimen. Ahora, lo que reina en Carora, es un libertinaje en las distintas plataformas digitales.
A seis meses de ser despojados de su sede, EL CAROREÑO sigue siendo una institución. No se trata de Mario Sosa o Javier Oropeza los vulnerados, es todo un municipio al que le han confiscados su derecho a estar informado.
Como buenos hijos de esta tierra repleta de historia periodística, seguiremos luchando por el derecho inalienable de seguir informando con la verdad por delante y sin ocultar nada.
Seguro estamos que este paréntesis ajeno a nuestra voluntad será breve, y prontamente regresaremos a la casa de siempre.
Agradecemos a los medios que se han solidarizado con nuestra situación, y que acompañamos en la causa de quienes enarbolamos la libertad de expresión y el derecho constitucional a estar informados.
Mario Sosa, desde el exilio.