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Venezuela enfrenta unos siete derrames petroleros al mes

Venezuela se enfrenta a una grave crisis ambiental debido al aumento constante de los derrames petroleros. Alejandro Álvarez, coordinador general de Clima21, detalló que en el país se registra un promedio de siete derrames petroleros mensuales, una situación que pone en riesgo ecosistemas frágiles como el Lago de Maracaibo y afecta directamente a las comunidades locales.
Álvarez advirtió que la falta de reportes oficiales impide conocer la magnitud real del problema y dificulta la toma de medidas efectivas. El estado Zulia, con una larga historia de explotación petrolera, es una de las regiones más afectadas, especialmente la cuenca del Lago de Maracaibo.
“Sin información adecuada y precisa, no podemos entender lo que está ocurriendo; no podemos prepararnos para cualquier situación y, por lo tanto, vemos cómo los daños, en general, tienden a multiplicarse”, aseveró.
El registro de Clima21 se basa en la información que obtienen de los medios de comunicación y las denuncias efectuadas a través de redes sociales.
Aunque hubo mejoras en la gestión de estos derrames durante los años 90 gracias a los Planes Nacionales de Contingencia, la situación empeoró en los últimos años. Esto, explicó, por la falta de información y la grave afectación en los ecosistemas, en especial en la cuenca del Lago de Maracaibo.
Advirtió que los municipios de la Costa Oriental del Lago son los más afectados, incluso en áreas con escasa población como Bachaquero, donde hay gran concentración de instalaciones petroleras que debido a la falta de mantenimiento han provocado derrames de crudo constantes.
Álvarez lamentó el deterioro del Lago de Maracaibo, uno de los principales cuerpos de agua de América del Sur, afirmando que su recuperación será difícil y costosa.
“No solamente se afecta el ambiente, sino que se afecta a todas esas personas en esos municipios costeros y no costeros”, puntualizó.
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Ronald Marchán: en dictadura el voto no vale nada

«La historia se repite, en dictadura el voto no vale nada. En 1952 Pérez Jiménez desconoció los resultados, removió el poder electoral y se autoproclamó ganador. En 1957 lo volvió a hacer, cuando volteó los resultados del plebiscito a su favor, un fraude que terminó siendo su sepultura, porque luego de unas pacíficas y alegres navidades, en plenas celebraciones del año nuevo, devinieron los sucesos de enero del 58 que concluyeron el día 23 de con la partida del dictador».
Estas apreciaciones las hace el concejal Ronald Machán desde Barranquilla donde se encuentra exiliado desde julio del año pasado, luego que la dictadura de Maduro desconociera el triunfo de Edmundo González, y sus cómplices en Carora desataran una pavorosa persecución y posterior usurpación contra las autoridades legítimas del municipio Torres.
Reflexiona esta vez, a propósito de las elecciones municipales pautadas para el 28 de julio, en las cuales se presume participarán algunos dirigentes del reconocida trayectoria opositora.
Comenta al respecto: «Tenga seguro que no van a ganar, porque el régimen no lo permitirá, y los venezolanos saben que la solución de la crisis está en que salga Maduro y concluya la usurpación, algo que no se logrará alcanzando uno que otro cargo a nivel municipal».
Marchán precisa adicionalmente, que la crisis económica y política que vivimos augura una escasez aguda de recursos que impedirán el ejercicio de una gestión eficiente, más de aquellos que lo demostraron cuando convirtieron a Carora en un desastre aun teniendo recursos ilimitados.
Aclara que la crisis tiene como exclusivo responsable a Maduro y su régimen que lo sostiene, los mismos que violaron los acuerdos de Barbados y desconocieron el épico triunfo opositor el 28/07.
Considera Marchán, que «no tiene sentido hacerle comparsa a los ineptos; en su lugar, la oposición debe activarse desde la clandestinidad que tan efectiva fue cuando integraron la Junta Patriótica posterior al 19/04 de 1810 y durante la tenebrosa dictadura de Pérez Jiménez.
«Este régimen está que se cae solo porque nadie cree en ellos. Por esa razón el pueblo no acudirá masivamente a votar. Mejores tiempos están por venir, cuando la democracia con nuevos poderes verdaderamente institucionales permitan el ejercicio libre de la política y la participación soberana del pueblo».