Nacional
Así se vio el eclipse total solar 2024

El eclipse solar total hizo su entrada triunfal en la frontera de Estados Unidos a las 2:27 pm ET, sumergiendo a los espectadores en una oscuridad momentánea hasta las 2:32 pm.
Mientras tanto, los residentes de Kerrville, Texas, presenciaron el comienzo del eclipse parcial en tan solo 4 minutos a partir de la 1:14 pm EDT.
La NASA explica que, este fenómeno ocurre porque la Tierra gira hacia el este, lo que hace que la Luna y el Sol (junto con todas las estrellas) parezcan moverse de este a oeste desde nuestra perspectiva terrenal.
Durante un eclipse solar, el movimiento este de la Luna cruza el Sol, facilitando la observación de este desplazamiento.













Además de ser un espectáculo visual, el eclipse solar total tiene el poder de modificar el clima, aunque de manera limitada.
A medida que la luna se interpone entre el Sol y la Tierra, proyectando su sombra sobre la superficie terrestre, se producen cambios en la temperatura, la velocidad del viento y la humedad.
En el camino de la totalidad, las temperaturas caerán alrededor de 10 grados centígrados, aumentará la sensación de humedad y podrían disminuir tanto el viento como la cobertura nubosa.
Lo más emocionante es que, aunque no te encuentres en el camino de la totalidad, el 99% del país podrá disfrutar al menos de un eclipse parcial. Esto incluye todos los estados contiguos de EEUU, además de partes de Alaska y Hawái.
Los espectadores quedaron maravillados ante uno de los fenómenos naturales más fascinantes, donde el cielo regaló un espectáculo sin igual.
Noticias
Nuestra sede usurpada

Han pasado 6 meses exactos de la arremetida arbitraria y cobarde por parte del régimen contra nuestra sede ubicada en la Zona Colonial de Carora. Allanada sin que mediara una orden judicial, actualmente alberga una cantidad ilimitada de esbirros que se están aprovechando de lo ajeno.
¿La razón? De acuerdo con los invasores, la ocupación se produce por una presunta orden emanada desde la presidencia, sin que llegaran a mostrar un documento y orden que lo certificara. Vino acompañada esa agresión a nuestras instalaciones con abusivos amedrentamientos contra el personal de mantenimiento del edificio, y bloqueo del paso de la calle San Juan, entre Bolívar y Torres, que alteró la paz de los vecinos.
El ensañamiento y la presión para obtener información sobre el paradero del director Mario Sosa y del editor-presidente, y a su vez alcalde Javier Oropeza, desató una ola de comentarios que despertaron mucha incertidumbre.

Rápidamente la información sobre el allanamiento circuló por todo el país. La toma arbitraria de una institución dedicada a informar desde hace 24 años no pasó inadvertida, motivando preocupaciones y condenas. Se confirmó con ello lo que a voces el mundo conoce: que Venezuela vive una dictadura, está vez sin careta.
La acción de estos lacayos resentidos de una revolución moribunda, estuvo dirigida por Julio Chávez y Elvis Méndez. Sobran testimonios de las veladas intenciones de Julio Chávez de querer desmoronar el patrimonio familiar de Javier Oropeza.
No conformes con atacar el diario de los torrenses, también arremetieron en simultáneo contra nuestra sede hermana en Barquisimeto, «El Diario de Lara», otro de los bienes pertenecientes a Oropeza.
El hostigamiento contra Mario Sosa como director por la cobertura de los actos convocados por la oposición venezolana luego del 28 de julio, lo llevó a abandonar el país. Además, lograron desarticular al equipo humano que laboraba a diario con Sosa; a la par, incautaron bienes del medio de comunicación de manera desmedida, causando pérdidas incalculables y dejando sin empleo a los trabajadores.
Hoy, a pesar de las acciones radicales y cobardes de la dictadura, EL CAROREÑO continúa siendo la voz de los torrenses con las limitaciones que las circunstancias han impuesto. Seguimos manteniendo el canal informativo a través de las redes sociales, pese a las adversidades.
Los torrenses hoy, quedaron a merced de cuestionados comunicadores rendidos por unas lochas. Le pusieron precio a la dignidad y los convirtieron en cómplices del régimen. Ahora, lo que reina en Carora, es un libertinaje en las distintas plataformas digitales.
A seis meses de ser despojados de su sede, EL CAROREÑO sigue siendo una institución. No se trata de Mario Sosa o Javier Oropeza los vulnerados, es todo un municipio al que le han confiscados su derecho a estar informado.
Como buenos hijos de esta tierra repleta de historia periodística, seguiremos luchando por el derecho inalienable de seguir informando con la verdad por delante y sin ocultar nada.
Seguro estamos que este paréntesis ajeno a nuestra voluntad será breve, y prontamente regresaremos a la casa de siempre.
Agradecemos a los medios que se han solidarizado con nuestra situación, y que acompañamos en la causa de quienes enarbolamos la libertad de expresión y el derecho constitucional a estar informados.
Mario Sosa, desde el exilio.