El alcalde Javier Oropeza no se ha cruzado de brazos ante la evidente crisis de combustible que afecta a todos por igual. En el caso del Municipio Torres la situación se hace cada vez más sensible, en virtud de que altera el servicio de recolección de basura, un agente contaminante que amenaza la salud pública.

Califica Oropeza el problema de grave. «Tenemos asignados 4 mil 200 litros mensuales de gasoil y solo recibimos 150 litros por cada camión recolector de basura, y 80 por cada cisternas cuando llega a las estaciones de servicio subsidiadas».

«El Municipio cuenta con 2 camiones cisternas y 4 camiones compactadores de basura de 400 litros de gasoil cada uno, que bien abastecidos les permiten cubrir las rutas dos días; además de una caldera en el Matadero que consume 300 litros de diesel cada semana. De los 4 camiones compactadores solo 3 pueden salir a la calle, precisamente por la falta de combustible», agrega.

«No es por falta de camiones sino de combustible que se ha acentuado el problema de la basura», exclama.

«Algunas estaciones colaboran cuando les llega, como Las Cruces, Sabaneta y Puricaure, pero es a cuenta gotas. Conjuntamente con la de Los Pinos, están convocadas este martes en la Alcaldía para abordar la falta de gasoil subsidiado», precisa.

Añade: «Este domingo, luego de 14 días, recibimos una dotación de 150 litros para cada compactadora y 80 para los cisternas. Saldrán a la calle a trabajar hasta que se les agote», sostiene

SEMALARA

Informó Oropeza, que esta grave situación se la ha planteado al gobernador Adolfo Pereira, quien lo remitió al Servicio de Mantenimiento Automotriz de Lara, SEMALARA, organismo encargado de la distribución de gasoil y gas. «A su gerente, José Segovia, pedimos que considere el aseo urbano un servicio público; más aún si la recolección residencial es gratuita. De tal manera que solicitamos su mayor colaboración para que el suministro de gasoil a IMAUTO sea elevado a 1.600 litros de gasoil semanal, 6.400 litros mensuales, para ir optimizando el servicio».

DOLARIZADA

Entendiendo la gravedad del problema, el alcalde confiesa que la municipalidad ha adquirido varias veces combustible a precios dolarizados, pero aún así lo que se consigue no es insuficiente dada la magnitud del problema.

«Hemos contactado a la Distribuidora San Luis, empresa autorizada por PDVSA para la venta de diessel a 0,30 dólares el litro. Está presta a vendernos, pero antes la propia petrolera debe hacer una inspección sobre nuestras necesidades reales y tanques de almacenamiento. El problema estriba en que PDVSA ofrece esa inspección para enero. Nos movemos rápidamente y tocamos puertas. He conversado con el Gobernador sobre esta situación que se puede tornar en un problema de salud pública. Tanto él como yo insistimos para que PDVSA haga cuanto antes esa inspección», expresa.

«No nos rendimos y perseveramos. El precio en medio de la crisis es lo menos trascendental, porque siempre resultará más caro no tenerlo», asegura.

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