Texto: Yóselin Álvarez
Foto: Cortesía
Las aguas negras siguen haciendo de las suyas en la calle Guzmán Blanco, esta vez las precipitaciones acaecidas durante la tarde de ayer empeoraron la situación, despertando alarma entre los vecinos de la zona.
En reiteradas oportunidades los afectados han denunciado la incompetencia de los entes locales argumentando que por no responder a tiempo, el problema se agravó al punto de que las aguas de lluvia ocasionaron la crecida de las cloacas y por ende el colapso total, generando preocupación en las 40 familias afectadas.
A pesar de los llamados a las autoridades del Municipio, los involucrados no han recibido ayuda. Por ello realizaron muros de contención con arena tratando de evitar que el río pestilente entre a los hogares.

Así lo dio a conocer Maria Marina Meléndez habitante del sector. Indicando que la convivencia con las aguas servidas es insoportable, afectando gravemente la salud de los residentes. «Nos estamos cuidando del COVID-19 y esta situación nos esta enfermando, la contaminación causa problemas respiratorios, dolor de cabeza, fiebres y otras enfermedades».
Por último dijo que ante este problema de salud pública, solo piden la ayuda de los responsables pues en la zona viven niños, embarazadas y adultos mayores quienes llevan la peor parte.