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Texto: Mariángel Castro
Foto: Cortesía
El acceso al agua potable se ha convertido una problemática no solo para los caroreños sino para todos los habitantes del municipio Torres, pues diversas capitales y caseríos de las parroquias con el pasar de los días han estado manifestando la falta del vital líquido en sus localidades.
En la parroquia Espinoza de los Monteros, la deficiencia del servicio se ha convertido en una situación crítica llevando a la comunidad de Los Cascajales a recolectar agua de una quebrada cercana para poder cumplir con las normas de higiene recomendadas para prevenir el Covid-19.
Sin embargo, el agua recolectada no cumple con ningún tratamiento y no es apta para el consumo humano por lo que podría traer consecuencias en la salud de los habitantes de esta localidad a futuro.
A través de una de las afectadas se comunicó con El Caroreño y se pudo conocer que la falta de agua por tubería se generó hace “siete años cuando se dañó la bomba de agua. Desde allí sobrevivíamos comprando agua pero como no hay gasolina y una parte de los vecinos no tienen plata para comprar tuvimos que recurrir a la quebrada”, declaró la afectada sin dar a conocer su nombre.
Quebraba se está secando
Debido a que todas las familias de los Cascajales están recolectando el agua de la quebrada poco a poco se está secando preocupando a los habitantes de este sector pues es la única fuente de agua que poseen para suplir sus necesidades.
Para todas las familias de Los Cascajales hacen un llamado a las autoridades locales a abocarse a su problemática debido a que son niños y adultos mayores los que más se ven perjudicados y temen quedarse sin agua de forma definitiva.
