Mario Sosa
Este 24 de enero se cumple un año de la masacre de la calle 8 casa 17 de Colinas de Calicanto. Aquella tarde una intervención armada a cargo de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), dejó como saldo a dos personas muertas.
La acción policial en el sector Los Chalet estuvo marcada por el exceso de la fuerza represiva, el abuso de autoridad al violentar las residencias, el maltrato a niños y adultos mayores sin importarle sus condiciones, sometidos todos con armas largas y aplicando un cerco policial de manera que nadie se acercara al lugar.
Ese día la desgracia tocó la puerta de la familia Ramos Suárez, cuando de manera brutal los funcionarios ingresaron buscando a Luis Enrique Ramos Suárez, a quien sus familiares llamaban “Nené” y sus amigos “Cabeza e’ piña”. Al parecer este residente del amplio sector de Calicanto, estaría involucrado en una nota de voz difundida por whatsapp, a través de la cual se escuchaban a varias personas incitando a tomar acciones violentas contra la sede de la Alcaldía de Torres y sus autoridades locales.
Lo que nunca pensaron quienes grabaron esa nota de voz, es que la “jugarreta” terminaría en desgracia, al costarle la vida a Luis Enrique Ramos Suárez, de 29 años; y Eduardo Castejón, de 26 años.
Durante la intervención armada, los habitantes de Los Chalet vivieron las peores 5 horas de sus vidas, teniendo la muerte en la puerta. Hombres y mujeres identificados como FAES los amedrentaron sin ningún tipo de contemplación, violando todos sus derechos humanos, vulnerando su integridad y sus viviendas sin tapujos.
Esa tarde los familiares de Luis Enrique fueron “ruleteados” en vehículos, hasta que horas después se enteraron que le habían quitado la vida a “Nené”. Tras conocerse que su cuerpo había sido trasladado a la morgue del Hospital Pastor Oropeza y permanecía custodiado por estos funcionarios, en cuestión de minutos los familiares de Luis Enrique Ramos Suárez llegaron a las instalaciones de la morgue. Invadidos por el dolor, la impotencia e incertidumbre permanecían intactas por todo lo que ocurría, visto que en ese momento también temían por sus vidas.
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Entre tanto, los minutos transcurrían como horas dado el terror sembrado en Calicanto, una ola que involucró a toda Carora, por todo lo que estaba ocurriendo por la presencia en actitud violenta de las FAES.
Pasada las 6:00 de la tarde de ese día, otro cuerpo ingresaba a la morgue del principal nosocomio del municipio. Se trataba de Eduardo Castejón, amigo de Luis Enrique, a quien injustamente este grupo policial le quitó la vida sin previamente establecer vínculos que lo implicaran con la causa por la cual señalaban a Ramos Suárez; vale decir, la nota de voz difundida por whatsapp. Su único pecado fue preocuparse por la salud de su amigo ante todo el alboroto que estaba pasando el sector.
Hasta la fecha organizaciones nacionales e internacionales tienen conocimiento del caso que conmocionó a Calicanto, específicamente el sector Los Chalets. Sus habitantes siguen marcados por este atropello que quizás dure toda la vida, dado el terror infringido por los funcionarios de las FAES esa tarde. La posibilidad inesperada de que una acción de esta naturaleza se repita, aún los sobrecoge.
ACEPTANDO SU AUSENCIA
La familia Ramos Suárez, con todo el dolor, ha retomado sus vidas. A pesar de todo el daño que les causó la brutalidad policial y la manera como masacraron a su familiar, han buscado refugio en Dios y retomadas actividades que mantenga el espíritu alegre de Luis Enrique.
En su hermana quedaron muchas marcas de dolor, ya que a Luis Enrique no le dieron oportunidad de defenderse. Para ella fueron violados todos sus derechos como persona, como hijo de Dios, como padre y hermano. Le cortaron su tiempo de vida para cumplir sus metas, pero confía que algún día llegará la justicia, porque cometieron una gran injusticia.
Sus hijos aun claman por su papá, mientras que sus padres y familia siguen echando pa’lante puesto consideran, que en unión familiar está su fortaleza.
AMNISTÍA INTERNACIONAL
La organización de defensa de los derechos humanos, Amnistía Internacional, indicó en su informe correspondiente al año 2019, que las investigaciones sobre “los crímenes cometidos en enero de ese año en Calicanto y las violaciones de derechos humanos correspondientes, fueron llevadas a cabo consistentemente junta a otras en casi todo el país, con un alto nivel de articulación entre los cuerpos de seguridad a nivel nacional y estatal”.
Dicha organización llevó una ardua investigación en 12 estados del país, incluyendo a Lara, teniendo en cuenta la masacre de Calicanto en Carora el pasado 24 de enero del 2019, por lo que consideran y exigen una contundente respuesta de la justicia internacional.